La empresa se estableció sobre el año 1.970 cuando Marcelino Martín-Consuegra Sánchez-Bermejo y Sacramento González-Mohíno, emprendieron un pequeño negocio primero dedicado a la venta de huevos, y un año después lo expandieron a productos cárnicos derivados del cerdo y productos avícolas.
Años después se incorporaron la siguiente generación con los hijos, Marcelino, Antonio y Josefa, dándole al negocio un impulso comercial instalándose en varios mercados de abastos de la provincia de Ciudad Real, siendo de los pioneros en el Mercado de Abastos de Daimiel, continuando con la tradición al día de hoy estando posicionados como primera "marca" de productos cárnicos derivados del cerdo.
Con la incorporación del menor de los hijos de los fundadores Marcelino y Sacramento, Francisco, en los años 80 adquiere el nombre de FRAMARCO, tomando así un carácter más expansivo, comercializando todos sus productos de elaboración propia por toda la provincia de Ciudad Real llegando ya a comercializarlos por la Comunidad de Madrid.
FRAMARCO se dedica especialmente a la elaboración de productos frescos todos ellos de excelente calidad y elaborados de las mejores y más nobles carnes del cerdo en un exquisito y tradicional proceso y de reconocido prestigio en los mercados y clientes que habitualmente los consumen.
Particularmente FRAMARCO destaca entre sus productos, los embutidos que ya cuentan desde hace varias generaciones de una gran aceptación entre los consumidores, ya habiéndose distribuido no sólo por la provincia de Ciudad Real y Comunidad de Madrid, sino en grandes zonas comerciales fuera de nuestras fronteras, en concreto, en Francia, Portugal e Italia.